Por Marcela Milone.- Hoy oficialmente comienza el año
2016.
Estamos en la Argentina, un país
soñado, con gente soñada, con una violencia hasta ahora moderada, con temas
importantes a los que hay que darle importancia como la desnutrición y la
pobreza. Eso urgente.
Pero antes recordemos que estamos
bendecidos. Tenemos agua, tenemos recursos naturales, tenemos alimentos,
tenemos gente inteligente que sabe hacer las cosas, que insiste e insiste para
que su verdad sea la verdad para resolver problemas.
No quiero gastar más de una línea
para escribir sobre el narcotráfico.
Sabemos que algo han hecho mal para que nos encuentre el 2016
rociados de esa mugre en la que se envuelve y todo lo confunde: buenos, malos,
asesinos, sicarios, de la buena, de la mala y todas las víctimas en el medio.
Por eso, me quedo con lo que a mi
entender hay que empezar a hacer.
De a poquito, con ganas e
insistencia, “hace la tuya”. Qué sería? Exactamente eso, hacer lo que creés que
es imprescindible, para los demás y para tu corazón. Y eso sí: a reclamar por
los responsables, todos los días, sin pausa sin enojos, pero reclamar para que
los responsables de la gran estafa argentina
no se escondan ni en el sur, ni en México ni en ningún lugar lejano.
La fiesta interminable llegó a su
fin.
Prohibido olvidar. Sólo así se
salva una república.
Prohibido olvidar.