Por Eugenia Mori, periodista noviembre 2015. Una vez más el arte
callejero surge y se reinventa como una forma de bálsamo colectivo para hacerle
frente al dolor y al drama. Así, como respuesta a los nefastos sucesos del 13 de noviembre pasado donde los
parisinos sufrieron una serie de atentados que dejaron un total de 132 muertos
y 352 heridos, las calles de París, especialmente en las inmediaciones de la sala de conciertos
Bataclan o de la Plaza de la República, aparecieron días atrás empapeladas de
afiches con la imagen versionada de la famosa fotografía El Beso
de Doisneau.
La historia de la
imagen, titulada El beso del Hotel de Ville o simplemente El beso, es una
fotografía en blanco y negro del fotógrafo francés Robert Doisneau, realizada
en 1950. Reproduce una escena observada desde la terraza de un café con gente,
en la que una pareja, con el ayuntamiento de París a sus espaldas, sin apenas
detener su paso, se besan breve y rápidamente. Se trata de una de las
fotografías más populares de la historia y un ícono por excelencia de la ciudad
de París. Se la suele considerar tanto un símbolo del romanticismo y del amor
joven como una expresiva metáfora del sentido de la vida en la Europa de los
años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Pasados 66 años la
imagen de la pareja vuelve a encontrar su lugar en la capital francesa como un
símbolo esperanzador o tal vez de invitación a recuperar la actividad y la
normalidad en las calles. En esta versión post atentados puede leerse en los afiches
anónimos “Même Pas Mal” (“Ni siquiera me duele”, “Ni siquiera me
hace daño”), en letras rojas y con los protagonistas alcanzados por las
balas pero en pie.
Las personas
simples, los ámbitos cotidianos eran siempre el foco preferido de Doisneau que
alguna vez definió su trabajo diciendo: “mi foto es la del mundo tal y como
deseo que sea”. Se hace difícil saber donde hubiera encontrado hoy el deseo en
este mundo y en este oscuro otoño boreal, pero quizá el que acostumbrado al
disparo certero en busca de eternizar un instante fugaz lo hubiera encontrado.