Por Marcela Milone. (Periodista) Somalilandia, a pesar de tener un nombre de parque de diversiones, es muy real, es un nación soberana pero todavía no tiene reconocimiento real.
Puede pasar ésto a "ésta altura del partido"?. Claro. Ningún estado del planeta reconoce a los 3, 5 millones de habitantes en clavados en el cuerno de Africa, que se autodeclaró independiente en 1991 pero para todo el mundo sigue siendo Somalía.
Son 3,5 millones de habitantes(igual que los votantes de Sergio Massa, un político argentino que logró esa suma en las elecciones pasadas y que los otros candidatos buscan como maná en el desierto) que desarrollan una vida somalilandesa insertada en un complejo diagrama buro
crático: la certeza de ser, y a la vez la desilusión que nadie se los crea.
Para entrar a Somalilandia hace falta Visa, se consigue en Etiopía:un formulario y un pago de 40 dólares.
El fútbol es una gran pasión pero como todavía el país no es reconocido, no pueden tener su selección ni competir.
El Islam es la religión que todos profesan, el khat es lo que en su mayoría consumen: planta que contiene catina y catinona, dos sustancias psicotrópicas y que produce un efecto de relajación.
Somalilandia, no existe en los mapas, pero sus habitantes, están felices. Son tiempos de paz, no hay guerras internas porque son todos del mismo clan.
