*Por Eugenia Mori. (Periodista)Tuve una gata por primera vez
cuando cumplí los 45 y ya no hay vuelta atrás para esta convivencia donde la
contemplación y el magnetismo impregnan las rutinas de la casa.
Coincidentemente a esa edad, tardía para algunos, me compré una camarita de
fotos y empecé a observar/sacar imágenes de manera desordenada, caótica, sin
catalogar, con escasa técnica pero con la fascinación de esas que llegan para
quedarse. Como “Negra” la gata.
Entonces un pibe en bicicleta, la
señora en la peluquería, el río, los músicos, las sombras, una planta de
albahaca o de tomates, el “camino” de mesa tejido al crochet que te recuerda la
casa de los abuelos, las mandarinas, los
padres ancianos, los paraguas, un hijo durmiendo la siesta, la pobreza o la
belleza se presentan para que los “captes” o los “cuentes”.
La formación de periodista ayuda
y mucho, especialmente en la búsqueda y en la investigación para encontrar los
autores, los temas y las estéticas que me interesan y para tratar de entender
además del valor compositivo, el contexto político o ideológico de las obras. También
suman el gusto por el cine, por la pintura, por la música, por la literatura,
por las rutas recorridas y veredas caminadas.
Hay infinidad de fotos y de fotógrafos que me
enamoraron desde siempre, otros que descubro cada día y no puedo dejar de
pensar en la ignorancia en la que vivía al desconocerlos. Bienvenidos y gracias
a ellos.
De los argentinos contemporáneos, por citar
algunos, me gusta Sara Facio que tiene una obra inmensa y reconocidísima. Pero
hay una de ellas que quiero mencionar ahora y es su emblemático retrato a Julio
Cortázar, donde se ve al escritor mirando a la cámara con los ojos fruncidos y
el cigarrillo en la boca. Al poco tiempo se convirtió en su imagen oficial porque
Cortázar decidió que lo representaba fielmente y además devino en algo que
sucede pocas veces como Marilyn con la falda levantada, o la ultra reproducida
imagen de Ernesto “Che” Guevara tomada por Alberto Díaz (Korda) : un icono.
Ataúlfo Pérez Aznar es otro artista que me
conmueve. Hace pocos días presentó 60 años–35 de fotografía en el
Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti de La Plata y además sus
fotos integran la muestra Aquí nos vemos en el Centro Cultural
Kirchner (hasta el 15-12, en Sarmiento 151). Miro una y otra vez sus fotos de Punta Lara de
los años ’80, o las tomadas en Playa Bristol de Mar del Plata, la mayoría en
blanco y negro, con los negros muy empastados, miradas y cuerpos crudos,
desnudos de halagos y de hipocresía.
Finalmente me surge nombrar al querido y admirado
Charly García que tuve la suerte de escuchar muchas veces, pude disfrutar de su
talento en el escenario pero además recomiendo observar las fotos que le sacó
la talentosa Nora Lezano de gran parte de su carrera: un derroche de carisma,
complicidad e intimidad. Mientras tanto yo espero alguna vez encontrármelo y
aunque sea sacarnos una selfie.
“….Y yo estoy con la maquina de mirar,
justo en el paraíso para filmar...
Yo puedo compaginar la inocencia con la piel,
yo puedo compaginar...
Yo nací para mirar lo que pocos quieren ver,
yo nací para mirar…” (Cinemá Verité)
justo en el paraíso para filmar...
Yo puedo compaginar la inocencia con la piel,
yo puedo compaginar...
Yo nací para mirar lo que pocos quieren ver,
yo nací para mirar…” (Cinemá Verité)
EUGENIA MORI